lunes, 31 de diciembre de 2012

Se va el 2012 (y sus cotidianeidades)

Ay 2012…que te nos vas.

Podría decir mil cosas, resumir de muchas maneras este año. Hacer mes a mes sería complicado ;).

Ha sido un año lleno de momentos inolvidables, muchos han sido malos pero ganan infinitamente más los buenos.

He compartido mis días con personas increíbles, he conocido sitios maravillosos, he podido comprobar que las personas somos mucho más imprescindibles de lo que pensaba y he aprendido a seguir amando a pesar de los pesares.

Tuve que despedirme de unas personitas adorables que han hecho de mí mucho de lo que ahora soy, y por quienes nunca me cansaré de dar gracias. Tuve que enfrentarme a la injusticia laboral, al “puede más el poderoso” pero la vida me dio nuevamente una oportunidad, y no esperó ni veinticuatro horas para hacerlo, soy muy afortunada. Por supuesto que lo he pasado mal, he pataleado, sufrido, incluso he tenido sentimientos de máximo odio y, aunque la herida no ha terminado de cicatrizar, puedo decir con voz muy alta que VOY A SEGUIR SOÑANDO, porque un mundo está esperándome ahí afuera. Porque yo me lo creo, y porque hay gente que me quiere y ha sufrido conmigo, porque han sido muchos los que me han tendido su mano de infinitas maneras, incluso muchas personas de quienes la vida me ha separado han estado ahí en forma de mensaje cercano, de palabra cariñosa y de certera luz.

Se han unido en compromiso de amor eterno, ojala que así sea, personas muy importantes en mi vida. En muchos casos he sido testigo directa, en otros no pude compartirlo con ellos, por unas u otras circunstancias, pero bien sabe Dios que estuve presente con mi corazón, porque las personas que son importantes en nuestra historia, lo son siempre, a pesar de los pesares. En cualquier caso doy gracias por poder sentirme feliz de su amor, de su entrega y de su amistad. Y vosotros ya sabéis quienes sois.

También he seguido echando de menos, cada día, a personas que han formado parte de mi cotidaneidad y que ahora ya no están. O porque se fueron para siempre o porque el orgullo sigue estando ahí y me impide el acercamiento.

Los míos, mi amada familia, han seguido ahí, al pie del cañón, como siempre. He visto seguir creciendo a la alegría de mi casa, a ese niño que vino a revolucionarme.

Y bueno, hoy, 366 días después de que comenzara el año, puedo decir orgullosísima que soy casi veintidós kilos menos de lo que era hace un año. Si, me propuse a principios de año que tendría fuerza de voluntad, y así ha sido. Y así debe seguir siendo, aún queda camino. De momento me siento feliz, aunque suene a simpleza, por meterme en unos pantalones tres tallas más pequeños o atreverme con un vestido corto.

Gracias 2012, por dejarme avanzar contigo, por darme la oportunidad de caer y volver a levantarme, por darme la oportunidad de amar y dejarme amar. Gracias, muchas gracias.

A ti, 2013, que ya llegas, decirte que espero con toda mi alma que seas benévolo, que me revoluciones y me entones.

Tú, 2013, llegas cargado de buenas noticias: nuevamente gente a la que quiero va a unirse para siempre en promesa de amor; muchas familias a las que quiero van a crecer con pequeñines que vendrán para hacernos felices; … y tantas otras que ojala lleguen. También sé que me espera alguna mala noticia, y es que así es la vida.

Vamos, venga, que tenemos por delante un año donde disfrutar en lo cotidiano. Sigamos soñando, porque un mundo mejor es posible…soñar es lo mejor que este planeta ha conocido.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Adviento. Día 12. Miedito.

Ultimamente es que me lo cuestiono todo, la verdad.

No puedo negarlo, tengo miedo, mucho... Estoy acojonada. Y quizá una de las cosas que más miedo me da es enfrentarme a las respuestas que yo misma me doy a mis preguntas. Me decía una persona cercana que "tener miedo es no querer entrar a lo desconocido que te rodea", pues seguramente sea eso lo que me da más miedo.

Llevo una tamporada durmiendo mal, descansando poquísimo y dándole muchas vueltas a la cabeza. En las pocas horas que consigo dormir tengo sueños, a veces pesadillas duras y fuertes. Ojalá todos mis desvelos obtengan respuestas, salidas.

A veces me planteo huir, cambiar el rumbo. ¿Será la huida una respuesta?


el corazón dormido

Y sigo trastocada, esos interrogantes siguen ahí, y aunque intuyo que la respuesta es enfrentar ese momento, pues sigo teniendo como un resquemor interno que me lo impide, pero algo me dice que antes del 24 debería responderme.

Así, mieditos cotidianos. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Adviento. Día 1. Trastocada.

Anda, pues que ya estamos en Diciembre...último mes del año. Y además con el mes nuevo ha llegado el Adviento, así... de repente, avisando pero sin avisar(me). Y a mi me ha pillaó "en tirantes", y esta es época de abrigo y bufanda, por lo menos en mi tierra.

Y digo que me ha pillado "en tirantes" porque la verdad, no estoy yo muy en la tierrita ultimamente.

Me duele un poquito, digamos más bien que "me pica" que sea consciente de que ha llegado este "tiempo de espera" y que yo esté un poquito reacia, y sin embargo lo piense, piense en él como un "tiempo importante" (me explico fatal).

Esta tarde en la Eucaristía, mientras el sacerdote explicaba en la Homilía, y volvía a explicar tres o cuatro veces más, qué es el Adviento, yo pensaba en otras cosas, me pasa que a veces me raya un poco lo que el hombrecito dice y yo me evado a otros mundos, sé que no debería ser así, que debería escucharle pero... que a veces no puedo, ¡que no puedo!.

Así que allí estaba yo, pensando. Pensaba que en realidad algo debía importarme todo este tinglaó porque sino no estaría allí, y a esto ya llevo dándole vueltas un tiempo (de ahí las dos últimas entradas del blog, esta y esta). Y pensaba que algo tenía que hacer. De repente, sin poder evitarlo, algo ha venido a mi mente: un Sacramento. "¡Ay, Dios!", me he dicho a mi misma, "¿qué piensas?, ¿qué dices?, ¿has perdido el poco norte que te quedaba, tronca?", eran interrogantes que machacaban mi cabeza.

Sin darme cuenta aparecían en mi mente imágenes de abrazos, de ternura, de cariño. Y así, sin quererlo, el Sacramento de la Reconciliación lo he idealizado en no más de dos minutos, y digo "lo he idealizado" porque no lo tengo yo muy integrado de un tiempo a esta parte, quizá aquello que pasó y conté aquí hizo que cambiara, de algún modo, mi manera de verlo.

La Eucaristía ha continuado, y yo he vuelto a ella. Y después me he ido a dar un paseillo.

Y ahora, un buen rato después, en el silencio de la noche y en el calor de mi camita, otra vez han aparecido tales pensamientos en mi cabeza. ¡¡Ays!!, y he sentido la necesidad de compartirlos, es mi cotidianeidad, y... ¿qué hago?, ¿cómo ordeno mi cabeza?, porque no me explico a qué se debe que ale, de repente, aparezcan estas cosas en mis pensamientos. Seguramente estaré quedando como una soberana idiota, pero esto de verdad me ha dejado un poco preocupada. Hacía tiempo que no le daba yo vueltas a este temita.

Lo cotidiano, que nuevamente, me trastoca.

jueves, 15 de noviembre de 2012

¿Por qué Le quiero? II

Hay algo en los niños que es absolutamente maravilloso: su capacidad de dar cariño sin esperar nada a cambio.

¿Cuándo seré yo capaz de eso?

Sigo dándole vueltas a mi última reflexión "en voz alta" en este, mi blog.


Interrogantes ya cotidianos.

domingo, 11 de noviembre de 2012

¿Por qué Le quiero?

La pasada noche no conseguía dormirme.

En la tranquilidad que da la ausencia de ruido, me asaltaban millones de preguntas, de interrogantes. Y una por encima de todas: ¿Por qué Le quiero?. Me pasa algunas veces, pero sobretodo cuando en la noche el sueño no llega, que esta duda me asalta. Y para colmo estos días atrás he estado leyendo por ahí reflexiones de personas que parecen tener muy clara la respuesta...

Me la hacía (la pregunta), pensaba respuestas personales y sinceras y no me convencian...y vuelta a empezar. Y lo que más rabia me da: ¿por qué viene esa pregunta a mi cabeza?, ¿a qué se debe?. Y entonces solo me sale pensar: Tú, si Tú, sabes que lo digo por Ti, ¿por qué no dejas de "incordiarme"?, ¿qué quieres de mi?.

No lo entiendo, de verdad. Hay veces que me levanto por las mañanas con ganas de comerme el mundo, con las cosas muy claras y con mucha energía, y llega la noche y con ella vuelven las dudas, los interrogantes y ale... a darle al coco con lo de siempre.

Debo de ser rematadamente idiota, porque sino es que no me lo explico. Todo el mundo parece que tiene respuestas, todo el mundo parece que sabe responder, incluso lo transmiten con convencimiento y palabras profundas, y me muero de envidia, de la insana, pero como yo soy como soy pues me río, pero en el fondo me siento una completa estúpida porque yo soy incapaz de hablar así, de decir las cosas así, de expresarme así. O quizá es que no haya que ser siempre así, ¡yo qué sé!.  La cosa es que yo estoy siempre dudando, siempre buscando, y siempre carente de respuestas. Pero claro, en ese momento me sale aquello que dijera el filósofo: “Solo sé que no se nada y, al saber que no sé nada, algo sé; porque sé que no sé nada”. ¡Ayyyyy!, estamos como al principio...la pescadilla que se muerde la cola.

Ahora, repensándolo, me venía esta canción a la cabeza...


Y si no me lo das, por lo menos échame un cable...

Mientras tanto, yo seguiré con lo mío en lo cotidiano ¿Por qué Le quiero?

viernes, 2 de noviembre de 2012

El placer de educar para escribir

Esta tarde leía en el blog de J. Fernando, una entrada cuyo título ya me ha dejado paralizada: Educar el placer de escribir.
Si hay algo absolutamente extraordinario en la cotidianeidad de mi vocación hecha profesión, es enseñar a escribir.

Evidentemente primero está la lectura. Afrontas ese gran reto que es contar un cuento y mantener la atención, después vas desgranando las letras, el aprendizaje e interiorización de las diferentes grafías que poco a poco se van tornando en palabras que van formando frases... Y la cara de los niños aprendienéndolo es indescriptible. Y una vez van adquiriendo conocimientos los niños ansían más, y entonces ¡¡plummm!!, se lanzan y ves como poco a poco van haciéndose con ello: buscando, investigando y experimentando (no me voy a poner a describir las diferentes fases por las que pasan, hemos pasado, porque no viene a cuento).

¿Y por qué me ha dejado paralizada?, pues porque en este tiempo que me está tocando vivir una de las cosas que más he sentido crujir ha sido mi vocación. Yo sé para que he sido llamada, yo sé que educar me hace feliz...y quizá me hacía falta "ser tocada y hundida" para de nuevo buscar y más buscar los por qués, los motivos. Y uno de ellos, uno de los motivos, es lo inmensamente feliz que me hace guiar la mano de un niño y ayudarle a escribir, por primera vez, su nombre. ¡¡Buf!!, es una sensación de cosquilleo que no sé ni describir. Por supuesto, enseñar a escribir es un pequeñito milagro de mi vocación, la suma es mucho más amplia y lo guay es que a raíz de haber sido "interpelada" por el título de J.F., ahora estoy dándole vueltas todo el rato.

Gracias J.Fernando, no sabes cuanto bien me has hecho hoy, en lo cotidiano, ¡y solo con el título! (por supuesto, la reflexión que tú haces es magistral, pero yo es que me he quedado con el título, quizá sea una superficial).
Gracias, porque en esta cotidianeidad en la que me hallo un simple título me ha hecho sentir magia.

lunes, 29 de octubre de 2012

Curando heridas

Llevo tanto tiempo sin escribir que no sé muy bien ni cómo hacerlo.

Y no es que no haya habido cotidianeidad, todo lo contrario. Quizá se trate no haberla sabido compartir o puede que, a lo mejor, sea mucho más fácil compartir la cotidianeidad cuando es sencilla, y estos últimos tiempos no lo han sido. Me gustaría tanto aprender a compartir siempre.

No puedo negar que estoy en un momento de absoluta incertidumbre, que lo único que tengo y de lo cual soy dueña, es mi presente. Y este presente soy incapaz de vivirlo en plenitud, las heridas no siempre se pueden curar rápido, a veces tiene que pasar un tiempo hasta que la cicatriz comienza a tomar nuevamente un color lo más parecido a tu piel.

Hace unos días fui a comprarme crema para la cara, y S., que me conoce y tiene confianza, me aconsejó utilizar un contorno de ojos, me pareció curioso a la par que gracioso, me dijo que tenía pequeñas líneas de expresión y ligeramente marcadas las ojeras. ¡Si me hubiera visto hace un mes!, pensé para mí. Finalmente compré la cremita en cuestión, porque oye, que si, que he llorado y estoy llorando mucho en los últimos tiempos así que habrá que ponerle solución no vaya a ser que los ojos envejezcan antes de tiempo. Y ya lo decía mi abuela: los ojos son las ventanas del alma. A ver si soy capaz de no olvidarme de dármela todos los días.

Pienso que el destino es como ese niño caprichoso que se encariña con un juguete y los Reyes Magos le traen otro, y al principio se enfurruña pero al final termina jugando con él, y con el tiempo ni se acuerda de aquel con el que se encariñó y crea maravillosas historias con el que los Reyes Magos pensaron para él.

Seguramente si alguien llega a leerme no se estará enterando de nada, la verdad es que a pesar de ser consciente de que esto lo voy a compartir después en mi blog, que nació con la intención de ser un lugar donde compartir un poquito mis cotidianeidad, lo estoy escribiendo para mi misma, para ordenarme, porque sino terminaré como el cocodrilo de la canción que se metió en la cueva y de pronto asomó la cabeza y se sorprendió.

Hay demasiado ruido en mí, mucho…infinito. Además estoy "al ataquer", ruidosa constantemente, como con el escudo, no vaya a ser que alguien venga y me diga algo que no me apetece nada escuchar. Escucho a Ismael Serrano y pienso que esta canción me la está cantando a mí. ¡Qué se calle el ruido!
Y así, en lo cotidiano, intentando callar el ruido.

viernes, 6 de julio de 2012

Recobrar la confianza

Esta noche he leído esta frase: "Dios habita en los detalles" (Mies Van der Rohe), y me ha dejado un rato pensativa.

Creo que las pequeñas cositas son las que hacen grandes los días, sin más adornos ni parafernalias.

Un pequeño detalle llegado a mi de las manos de un hombre sabio, muy sabio, llegado en un momento muy puntual, muy necesario, muy apropiado... ayer me abrió un poquito esa parte de mi alma que llevaba ya un tiempo cerrada con candado. Aunque aún sea incapaz de ponerle nombre si soy capaz de llenarlo de acción de gracias.

A lo mejor, quizá.... puede que se trate de volver a CONFIAR, pese al fastidio, a lo jodido que es, a lo que joroba. Confiar, si, ir reconquistando esa parcela en lo cotidiano.

martes, 1 de mayo de 2012

Mis "tues" cotidianos

Hoy, tras una larga conversación, alguien me ha pedido que haga el ejercicio de intentar resumir los "tues" cotidianos de mi camino. Que saque de cada uno de esos "tues" una cosa positiva y de gracias por ella, y por esas personas en mi camino.

Tú, la mirada limpia y despejada.
Tú, esa sonrisa picarona que me encanta.
Tú, tus ganas de aprender cada día.
Tú, el guiño de ojos que me haces cuando nuestras miradas se encuentran.
Tú, el cariño que suscitas en mi.
Tú, la vida que me regalas a raudales.
Tú, tus abrazos tan a tiempo.
Tú, la timidez que se desenmascara.
Tú, que intuyes mis días grises y me los pintas de colores.
Tú, la palabra precisa.
Tú, tan juguetón y divertido.
Tú, y tu sabia sabiduría.
Tú, las preguntas que me descolocan.
Tú, la solidaridad.
Tú, y tu memoria para cualquier melodía.
Tú, las manos amables.
Tú, la delicadeza.
Tú, el mal genio tan bien congeniado con la capacidad de perdonar.
Tú, tus sueños.
Tú, tu predisposición al trabajo.
Tú, tus historias que me encantan.
Tú, tus besos sonoros.
Tú, el corazón en persona.
Tú, hablar contigo.
Tú, tus cosquillas que me pillan desprevenida.
Tú, dedicación absoluta.

Gracias, gracias mis queridos "tues". No sois los únicos del día a día, pero puedo decir queformáis parte del grupo de "los importantes".

Invito a todos y cada uno de los que os acercáis a este blog que penséis en esos "tues" que comparten vuestro día a día, que saquéis algo positivo de cada uno y deis gracias por tenerlo

Gracias por el consejo, pequeña pitufina, me has hecho reflexionar, y ha merecido la pena.

lunes, 23 de abril de 2012

Como cada lunes

Los lunes se me pasan volando. Me levanto, me voy al trabajo, la mañana y la tarde se me pasan volando. Siempre me quedo un ratito después del trabajo para planificar bien la semana. Y hasta hace unos meses era el espacio de tiempo que tenía entre el trabajo y ellos, a quienes tanto echo de menos y para quienes va hoy decicada mi entrada, porque se lo merecen, porque desde hace unos meses cada lunes intentan hacerse presentes, de la manera que sea, para que no me olvide que antes los lunes siempre los acababa con ellos.

Como cada lunes, hoy también os he echado de menos. 
Nunca me cansaré de deciros que lo siento. Para mi no fue fácil tomar aquella decisión, lo sabéis, fue algo muy doloroso. Quizá, puede, seguramente tomé el camino más fácil, o el más cobarde, según se mire. Estaba sufriendo, sufriendo muchísmo. Y después de una ardua lucha interior, tuve que decidir cortar con una situación que me estaba robando el sueño y arrebatando la libertad y, sobretodo, cortar con algo que atentaba contra todos los valores morales en los que creo, los que defiendo.
Jamás hubiera pensado que podía pasarme algo parecido, cuando alguien me contaba algo similar siempre pensaba que eso no podía pasarme a mi. Además, siendo como soy, nunca hubiera imaginado que no hubiese tomado cartas más serias en el asunto, porque lo tipificado, tipificado está. Aún hay veces que pienso que soy gilipollas por haber dejado pasar esto, sin más, quizá es que aún se me pasa por la cabeza poner las cartas sobre la mesa... no lo sé.
Hay veces, chicos, que la vida es así. Haces cosas que nunca antes hubieras imaginado hacer. Tengo una amiga que siempre me dice que la vida es imprevisible, y que las cosas siempre pasan por una razón.
Se que en estos meses os he ido pidiendo que no me lo recordaráis, que aunque os doloriera (fastidiara) que yo no estuviera ahí, pensaséis que me hacía daño. Pero quiero que siempre sepáis, quiero recordaros que sabéis que estoy ahí, para ser risas y hombro, para que me alegréis el día saludándome desde la ventana cuando yo voy a mi trabajo, para que me encuentre con vosotros y arreglemos el mundo.
Hoy, como cada lunes, os he echado de menos. Y me consta que vosotros a mi también.
Y doy gracias por vosotros, cada día en lo cotidiano.

Tomar una decisión no siempre es fácil. Tomarla en soledad acarrea sufrirlo en el silencio de ti misma.
Pero lo importante es ir poco a poco asumiéndola e intentar ir descubriendo los caminos que se abren ante ti.
En lo cotidiano, lo conseguiré.

domingo, 15 de abril de 2012

Ser como niños

Sé que a veces soy demasiado infantil.

Me gusta oler las cosas.
Disfruto muchísmo bailando los cantajuegos.
Me chiflan los dibujos animados y las ilustraciones infantiles.
Cuando en casa hay unas galletas nuevas, hago un agujerito casi invisible en la caja, y cojo una.
Cualquier colonia que huela a peques puede formar parte de mi neceser.
Siempre llevo globos en el bolso.
Cuando me maquilo me vacilo a mi misma pintándome una mariquita.
Muchas noches me leo un cuento para dormirme.
Salto de raya a raya en los pasos de cebra, y también los charcos.
Me monto en los columpios, aún a sabiendas de que mi culo es más grande que el contorno de los mismos.
Hago castillos con la arena de la playa (previamente me hago amigüita de los niños de la orilla para que me dejen su cubo, su rastrillo y su pala. Creo que me voy a comprar los míos propios para compartirlo, jeje).
Construyo tiendas de campaña con las sábanas para jugar con mi sobrino.
A veces, cuando por las noches mis padres están ya en la cama voy despacito y me meto en su cama.
Los sábados por la mañana me pongo los dibujos mientras desayuno mi cafelito.
....(Y muchas cosas más que es mejor que no cuente, no vaya a ser que alguno de los que me leáis penséis que estoy mal de la jaulita)

Quizá a veces me falta tener más los pies en el suelo. Pero sé que me ayuda a caminar, estos últimos meses lo he comprobado, de otra forma me hubiera vuelto loca con tanto sufrimiento e injusticia, de esa que solo cometemos los adultos.

Así pues...

No te olvides del niño que fuiste.
No le creas al gigante que sos.
Y recuerda que un día dijiste:
De grande no quisiera ser mayor.



Así, como niños... en lo cotidiano. 

lunes, 26 de marzo de 2012

¿Casualidades? Providencia.

Últimamente mi vida esta llena de situaciones curiosas, de casualidades… bueno, hablando con propiedad: de Providencia.

Tengo una amiga que dice que todo pasa por algo, ella siempre insiste en que un plan nuevo aguarda para desconcertarme.

Ayer estaba yo comiendo en familia, con el reloj sin cambiar. Mi móvil sonó, pero no lo escuché. Al rato llamé yo a esa personica que me había llamado, era el tocayo de mi sobrino que me ofrecía un plan chachi, en mi ciudad, dos horas después… ¿quién puede negarse a algo así?, yo no.

Y me senté al ordenador, dispuesta a seguir con el trabajo arduo de elaborar informes. Y pasaban lentamente los minutos, parecía que el reloj se hubiera parado. Llegaron las ocho de la tarde, y allí estaban ellos, con ese amor que desparraman a raudales, con ese cariño que se desprende de sus vidas, con esa preciosa amistad que tengo el don de tener.

Un champi, una zapatilla, y entremedias compartir, no mucho porque el tiempo apremiaba, pero lo suficiente como para darme cuenta de lo absolutamente bendecida que me siento de tenerlos en mi vida. Además de bendecida, me siento orgullosa de ellos.

Dentro de dos meses justos, a estas horas, si Dios quiere, ellos se habrán hecho la promesa eterna del amor. Habrá mucha gente, en muchos sitios del plantea, unida a ellos en ese momento. Yo, además, volveré a ser bendecida por estar presente en ese momento.

Gracias TeSsorito, gracias Álex. Sois la cara amable de la vida.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Miércoles especial

Miércoles, como cada mediodía cuando llego a casa abro el buzón, con la esperanza cotidiana, como ya conté dos días atrás, de no toparme con demasiada propagada de chancletas. Hoy no eran de chancletas sino de chuletas, y entre tantos elementos engordantes me encuentro un sobre enoooorme, y gordito, que viene a mi nombre. Reconozco en esas letras la mano de una maestra, le doy la vuelta y comprueb...o que, tal y como previamente había pensado, quien me manda esa carta comparte vocación conmigo. Y como una niña con zapatos nuevos subo en el ascensor ansiosa por coger el abrecartas, vaaaa, ascensorrrrrrrrrrrrr, no te entretengassss.


Llego, me lavo las manos y... abro el sobre. Y sonrío, no puedo dejar de sonreír. Y me emociono toda yo. Me pellizco, porque no puedo creerme que en una misma semana me hayan invitado a dos bodas tan especiales, tan delicadamente preparadas. Y, curiosidades de la vida, solo se llevarán una semana de diferencia.

Nuevamente emocionada me hallo, agradecida me encuentro y bendecida me siento.

Hace un rato, con la quietud necesaria y la melodía adecuada, he vuelto a mirarla…¡¡preciosa!!. Y no digo más... jejeje, porque hasta en ésto de la primicia me habéis hecho sentir especial. Ya os lo he dicho, pero os lo vuelvo a decir: Gracias L&J, gracias J&L. Me siento una privilegiada sintiendo que queréis que forme parte de un día tan especial para vosotros.
 
Hoy, un día que ha sido especial por muchísimos otros motivos, habéis puesto "la nota" para acabarlo sonriendo.

lunes, 12 de marzo de 2012

Lunes especial

Hoy ha sido un lunes muy, muy especial (y es que no siempre los lunes tienen porque cumplir su fama).

He llegado a mi casa a mediodía, y como de costumbre he abierto el buzón esperando no encontrarme demasiada propaganda de sandalias de verano. Y allí, entre las chanclas y los biquinis, me he topado con un enorme sobre con letras doradas que venía a mi nombre ¡¡bien!!, sin remite pero con olor a río Ebro....

Con impaciencia he ido ascendiendo en el ascensor, 1, 2, 3, ...¡¡mi casa!!, ¡¡el abrecartas!!, como el niño que abre su regalo de Reyes con inquietud y nervios, pero despacito....he descubierto que en el interior de ese precioso sobre con letras doradas, se encontraba una de las invitaciones de boda más bonitas y llenas de sentimiento que he visto en mi vida, y lo mejor de todo es que quienes me la mandan quieren que comparta ese día tan especial con ellos.

Emocionada me hallo, agradecida me encuentro y bendecida me siento.

Hoy, vosotros (T&Á, Á&T... de 2en2), habéis conseguido que la cotidaneidad de este lunes se haya tornado extraordinaria.

Os quiero

martes, 21 de febrero de 2012

Porque mañana no sea un miércoles cualquiera

Hoy la inspiración la recibo de alguien. La recibo de unas palabras concretas:

"Mañana, querido joven o adulto, querido padre o hijo, querida familia o soltero… está en tu mano transformar un miércoles cualquiera en Miércoles de Ceniza, e inicar la Cuaresma. Entra en una iglesia, con una comunidad. Deja que un sacerdote te imponga ese signo sobre la cabeza. Escucha lo que te dice. Abre tu corazón y respira hondo. Es el Amor quien te llama. Es el Amor quien confía y cree en ti. Como Dios sabe de qué pasta estás hecho, como Dios te conoce profundamente, por eso te llama a darlo todo, ser auténtico, sentirte libre, crecer sin medida, amar con todo el ser. Tú a lo mejor no lo sabes todavía. Él sí te conoce. ¡Confía! ¡No defrauda! ¡Siempre es fiel!" (Del blog Preguntarse y Buscar)


Me sirven para reflexionar, para pararme y coger aire. Me sirven para intentar seguir dándome cuenta que Quien me tiene que querer, me quiere.

Tengo la firme propuesta personal de empezar a "pasar" de este mal trago que he tenido que vivir, de esta situación que me ha hecho tantísimo daño personal y que ha tirado por tierra tantos de los cimientos que tenía, o creía tener en mi vida.

Que me de igual, Buen Dios, por favor, que me de igual lo que uno de los tuyos ha hecho conmigo. Que esta herida tan profunda y dolorosa en mi alma, se cierre, que cicatrice y que esa marca solo sea la señal de haberme hecho más fuerte. En Tu honor, por Tu Buen Amor.

Permanece, Padre, permanece mañana en mi más que nunca. Se mis zapatos, mi bastón, mi linterna, y llévame mañana a una iglesia y ayúdame a entrar sin miedo, y sin rencor.

Permanece, Padre, permanece mañana en mi más que nunca. Tengo los pulmones necesitados de tu aire, pero me ahogo cada vez que lo intento respirar.

Permanece, Padre, permanece mañana en mi más que nunca. Entra en mi corazón, quiéreme y hazlo a pesar de mi rencor. Intenta comprenderlo. Cógeme la mano y acómpañame a recibir la Reconciliación, yo sé bien que la necesito pero me paraliza pensarla.

Permanece, Padre, permanece mañana más que nunca en mi. Déjame que me desahogue, que me desabroche el cinturón.

Permanece, Padre, permanece mañana, Miércoles de Ceniza, más que nunca en mi. Que cuando me impongan la ceniza no sea un símbolo más, vacío. Acómpañame a convertirme.

Permanece, Padre, permanece en esta Cuaresma más que nunca, en mi vida. Hazte muy presente en lo cotidiano, te lo pido porque tu me conoces y sabes que te quiero.


Gracias, JF, por las palabras que necesitaba hoy para centrarme.

domingo, 5 de febrero de 2012

Nuestro destino

"Tengo que gritar, tengo que arriesgar: ¡ay de mi sí no lo hago!..." Así empieza una canción que he escuchado cientos de veces, y que tantas veces me resulta complicada asumir. Y que hoy he vuelto a escuchar, obviamente dadas las lecturas del día.

Bien es cierto que me abruma pensar en el futuro, que quien me conoce bien sabe que me gusta vivir el día a día y no me mola demasiado planificar cosas con mucho tiempo, quizá es porque soy súper insegura y el hecho del "todo atado" me da dolor de estómago.

Pero si hay algo que desde siempre tuve la intución que era mi destino, que desde que tengo memoria he soñado y que con todo mi corazón he deseado eso es mi vocación, la de enseñar. A mi me han puesto en el mundo para ello, y yo soy feliz haciéndolo. Y no es para mi una meta, pues creo que nunca llegaré a alcanzar la plenitud de esta preciosa vocación. Educar es mi sueño, pues me esfuerzo cada día por ser mejor en lo que hago, algunas veces me sale fatal y otras me siento plena.

Por eso peleé con todas mis fuerzas por conseguirlo, por eso estoy orgullosa de serlo. Y aunque en muchas áreas de mi vida no sé cómo hacerlo para mostrar mis sentimientos, y amar desinteresadamente, ejerciendo mi profesión me resulta súper fácil, es más me sale solo y sin fingirlo. Con un solo niño a mi ya mse me olvidan mis dramas, acompañando a una familia me siento llena.

Y eso, que me queda muchísimo por aprender, muchísimo por caminar y muchísimas cosas que vivir pero por ahora puedo decir que me siento profeta educando en lo cotidiano. Algo es algo ¿no?

jueves, 2 de febrero de 2012

Abrir bien los ojos... no siempre es fácil.

A veces me descubro a mi misma imáginandome un mundo paralelo en el que mis ilusiones son totalmente reales y los momentos oscuros no existen. Y pasa un ratillo y me doy cuenta que estoy soñando despierta, así que lo mejor es volver a la realidad de mi cotidaneidad, no menos interesante pero si más díficil, a veces, de llevar para adelante.

En Noviembre tomé una decisión muy díficil, y yo pensaba que me iba a costar menos dejar de darle vueltas, pero es que ahora me invaden sentimientos de rencor y rabia y eso me duele muchísimo, porque no me los puedo quitar de la cabeza. Me duele tanto la indiferencia y la incongruencia, me resulta tan contradictorio todo, mucho más cuando está relacionado con algo que para mi es importante en esta vida, más que nada porque desde siempre forma parte de la mía. No sé, quizá es que yo pensaba que las cosas iban a ir sucediéndose de otra manera y ese ha sido mi problema, y por eso me estoy machacando tanto y por eso le doy tantísimas vueltas.

Con el tiempo espero ir asumiendo, poco a poco, que las cosas no salen siempre como a una le gustaría y que lo que para mi es importante para otros es pasajero, y sobretodo espero acostumbrarme a dejar que sea Él quien interceda, y que como me dijo una amiga, piense que abriese bien los ojitos porque quizá fue Él quien me puso esta prubecita en el camino para que éste, mi camino, tomara otra dirección.

Así, poco a poco, abriendo bien los ojos al horizonte en lo cotidiano de mis días.