A veces me descubro a mi misma imáginandome un mundo paralelo en el que mis ilusiones son totalmente reales y los momentos oscuros no existen. Y pasa un ratillo y me doy cuenta que estoy soñando despierta, así que lo mejor es volver a la realidad de mi cotidaneidad, no menos interesante pero si más díficil, a veces, de llevar para adelante.
En Noviembre tomé una decisión muy díficil, y yo pensaba que me iba a costar menos dejar de darle vueltas, pero es que ahora me invaden sentimientos de rencor y rabia y eso me duele muchísimo, porque no me los puedo quitar de la cabeza. Me duele tanto la indiferencia y la incongruencia, me resulta tan contradictorio todo, mucho más cuando está relacionado con algo que para mi es importante en esta vida, más que nada porque desde siempre forma parte de la mía. No sé, quizá es que yo pensaba que las cosas iban a ir sucediéndose de otra manera y ese ha sido mi problema, y por eso me estoy machacando tanto y por eso le doy tantísimas vueltas.
Con el tiempo espero ir asumiendo, poco a poco, que las cosas no salen siempre como a una le gustaría y que lo que para mi es importante para otros es pasajero, y sobretodo espero acostumbrarme a dejar que sea Él quien interceda, y que como me dijo una amiga, piense que abriese bien los ojitos porque quizá fue Él quien me puso esta prubecita en el camino para que éste, mi camino, tomara otra dirección.
Así, poco a poco, abriendo bien los ojos al horizonte en lo cotidiano de mis días.
1 comentario:
Muchas gracias. Es cierto que no es fácil. Te doy absolutamente la razón. Y también en que es posible, y agradezco que sea de quienes se esfuerzan en ello.
Publicar un comentario