El curso terminó como se merecía: feliz. Mientras saboreaba un sueño que poco antes se había hecho realidad me topé de repente con esos 26 pares de ojitos que me miraban con extrañeza, y ahora mis alumnitos de entonces ya pisan la Primaria con ilusión y ganas, y me saludan por la calle…y yo me sigo llenando de la misma emoción.
Y después un verano muy infantil también, con niños llenos de ganas de jugar y crear mundos fantásticos . Con niños cargados de energía positiva que sin quererlo me la transmitían día a día. Así da gusto trabajar.
A principios de septiembre pude disfrutar de unos días en familia, en la playa, y en una posición en la que la vida se ve preciosa: la horizontal. Fueron días de pensar, de re-elaborar mi proyecto de vida, de replantearme muchas cosas, de seguir pensando en la misión en lo cotidiano que quiero que llene mis días.
Ahora ha vuelto el curso, y con él he retomado el trabajo “formal”. La baja que cubría finalizó y ahora estoy en otro cole, con diferente cometido, con otros niños, con otros compañeros….pero con la misma ilusión de cogerles de la mano y caminar juntos por la vida.
Y en medio de todas estas cosas que llenan mis días llegó un regalo que ha convertido lo cotidiano en extraordinario.

(Estas son sus "fotos". La primera es la confirmación, la segunda su primera foto en la que parece una sepia,jiji y la tercera, la más reciente, su primera foto a color en la que nos enseña su manita con un dedo alzado...¿qué nos querrá decir?)
Un bebé que nacerá en abril y que ha llenado los corazones de los que le queremos. Y yo, llena de felicidad doy gracias por poder vibrar con la ilusión de mi hermano que cada vez que se acuerda de cómo late el corazón de su hijito se le empañan los ojos de lágrimas de felicidad; con la emoción de mi cuñada, que con esa aceitunita que tiene por barriga está más feliz que una lombriz; con la alegría de unos padres, los míos, que ascenderán de categoría para pasar a ser abuelos por primera vez, y esperemos que le sigan mucha más.
Porque en lo cotidiano es donde me gusta encontrarme conmigo misma y con los demás. Porque de lo cotidiano nace lo extraordinario, lo insospechado, la alegría y la tristeza...Porque en lo cotidiano es donde más se aprende. Contigo, misioneros en lo cotidiano.
Así describo mi blog, así pienso. Otra vez ha volado el tiempo, y es que cuando una se siente bien parece que el tiempo aún corre más deprisa y los días de 24 horas parece que tengan solo 20...los intento vivir tan a tope que cuando miro el reloj sonrío y doy gracias porque soy dichosa.
Por cierto, siento esta “ausencia”. Gracias a los que me habéis tirado un poco de las orejas para que actualizara, espero que comprendáis el por qué de mi retraso.
En este día de San Francisco de Asís, tan importante en al vida de muchas personas a las que quiero, os invito a disfrutar de la oración el Cántico de las Criaturas en una presentación (clicad AQUÍ) que hicieron Álex y Pecu después de hacer el Camino de San Francisco de Asís, del que podéis encontrar información aquí y en este video.
De todo este tiempo hay muchas miradas, muchas imágenes que me gustaría compartir con vosotros...dame tiempo para ordenarlos bien.
Un fuerte abrazo, familia.
Y así, en lo cotidiano, quiero seguir apostando por hacer misión cada día.
2 comentarios:
Cómo me gusta leerte... y enhorabuena pedazo de tía!!!! Besos
Tanto tiempo echando de menos tu vida cotidiana... menos mal que has vuelto.
Sabes que comparto tu alegría, la emoción de sentirse tía por primera vez, la ilusión de trabajar en un sitio distinto, el regalo de esos "locos bajitos" que tanto tanto nos enseñan.
Y aquí, desde lo cotidiano de Madrid, cada vez también más extraordinario, te mando mi abrazo, ¡hasta dentro de muy poquito!
Un besazo!
TeSs
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