domingo, 30 de noviembre de 2008

Cuidemos la llama de nuestras velas


Que una no se puede despistar, y los signos se sienten en lo cotidiano.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Feliz día, maestr@s

En este DÍA DEL MAESTRO no puedo, ni quiero, dejar de felicitar a tantos maestros que hacen de su vocación una verdadera devoción. Como viene siendo costumbre.

Ojalá el ejemplo de Calasanz sea luz para nuestros caminos y nos ayude a ejercer un auténtico magisterio moderno, fresco, renovado, apasionante.

Yo me quedo con una frase suya, de San josé de Calasanz:


"Si por el amanecer se adivina el buen día y del buen comienzo se deduce el buen término, depende el resto de la vida de la educación de la edad tierna, de la que jamás se pierde el buen olor, como del ánfora que contuvo el vino añejo."

Y también con esa poesía de Celaya que tan bien resume la tarea del maestro:


"Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca:
hay que medir, pensar, equilibrar
y poner todo en marcha.

Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino,
un poco de pirata,
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Y es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada."

(Gabriel Celaya)
En mi casa hoy lo hemos celebrado, familia de maestr@s. Además, tal día como hoy hace 89 nacía mi abuelo, un gran maestro.
Volvamos a ser como niños, yo en lo cotidiano quiero seguir llevando a esa niña dentro...

(foto en un día rural, parte de la cuadrilla)

miércoles, 19 de noviembre de 2008

A ti, pequeñ@



Porque eres una vida.
Porque has sido un sueño soñado.
Porque desde antes de estar ahí ya te querían.
Porque me siento feliz sabiendo que tu mamá también lo es teniéndote dentro.
Porque en el spa en el que te encuentras te cuidan muy bien, y cuando salgas de allí serás un bebé feliz.
Porque traes contigo muy buenos sentimientos.
Porque tu familia materna es sencillamente genial, y tu bisabuela...indescriptible

Porque a tu mamá la quiero infinito y más.
Porque los momentos vividos con ella han sido preciosos.
Porque siento nostalgia con ésto.

Y porque si me dejan seré tu "tía adoptiva" y te daré mimos, y sobretodo te querré un montón.

Porque en lo cotidiano me da muy buen rollo pensar en esa nueva vida que se teje.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Compartiendo los talentos

Mientras escuchaba el sermón del cura en misa, que ha contado cuatro veces lo mismo de diferente forma, yo pensaba en la Palabra, en los talentos, en los míos.



He estado pensando cuáles son. A pesar de mi pequeñez y de mis miserias unca faltará una sonrisa, un abrazo, una palabra, un hombro (o dos).

Unido a esto me venían a la cabeza muchas de esas personas con las que quisiera compartir mis talentos, en lo cotidiano. Y claro, hay mucha gente a la que no tengo aquí, y me resulta más complicado, pero bueno...¡siempre se puede viajar!.

Algunas de esas cosas que querría compartir. A ver si alguien se descubre en ellas. Las hay que las compartiría con una sola persona (pero no unicamente con esa persona), otras las compartiría con varias personas a la vez....

- Sonreirnos, y ya.
- Un abrazo rompecuellos, después de tanto tiempo.
- Una tableta de chocolate.
- Una clase en un cole, a pesar de lo vivido.
- Un cigarrito a medias.
- Cantar Ojalá, Al alba y Papá cuéntame otra vez.
- Hacer pasta con salsa carbonara y de postre crepês de dulce de leche, o galletas con lo mismo.
- Un café solo con hielo, y el mío con rodaja de limón en el hielo.
- Un café bombón para dos..
- Un campamento en Becerril de la Sierra del 1 al 10 de julio.
- Rezar vísperas en la casa de formación.
- Saltar dentro de los charcos y chapotear.
- Una de pinchos por Laurel, ¡marchando!
- Un plato de aceitunas.
- Ver El club de los poetas muertos y tener una charla larguísima después.
- Subir en bici hasta la ermita, y que me ayudes en el último tramo.
- Tirarnos con los sacos por la nieve.
- Ver Mery Poppins y después deletrear supercalifragilisticoespialidoso sin saltarnos ni una letra.
- Ir a comprar chocolate.
- Escuchar aquello de "...el mundo tras el cristal"
- Una Pascua en Vallecas.
- Un campo de trabajo en Vallecas, en Amani, acampando después en Becerril.
- Un tetris de la risa.
- Un bocata de foie gras a las tantas de la mañana.
- Rezar, cogidos de la mano, un Padre nuestro con confianza.
- Un paseo por el Parque del Ebro.
- Acompañarte andando a casa, y volver andando a la mía otra vez.
- Un abrazo eterno.
- Un plato de patatas fritas con cuatro salsas.
- Un cigarro en un portal inolvidable.
- La misa de 21'15.
- 27 largos en la piscina.
- Unas cuantas canciones de Makoki en San Mateo.
- Cantar "Soñaré" de Rosana, en el coche.
- Ir andando hasta tu casa y coger el coche para que me lleves a la mía.
- Un "Sprite" con zumo de limón exprimido.
- Una buena conversación hasta las tantas.
- Coger la guitarra y llorar a moco tendido con Si tu no estás aquí.
- Desayunar chocolate con picatostes recién hechos.
- Escribir la carta a los Reyes.
- Una vuelta en coche, sin destino fijo.
- El amigo invisible
- Café en el Tertulia.
- Hacer el tonto con el talkie, ticar imitando a Dantés, echar de comer a los gatos, ...
- Subir los tropicientos escalones de la torre restando los que nos quedan y llegar arriba y darle a la campana, sin miedo.
- Cosquillitas en el cuello y en el brazo.
- Preparara el desayuno para todos.
- Nuestro saludos de gnomos.
- Que nos llamemos por télefono y nos tiremos los primeros cinco minutos diciendo tonterías, para no variar.
- Medirnos contando las baldosas que quedan hasta el techo.
- Comprar pinturas de colores y folios sueltos para estrenarlas todas.
- Estar, simplemente, en la capilla.
- Mandarte un mensaje de buenos días y yo recibir el de buenas noches.
- Modelar con barro.
- Terminar de restaurar la silla.
- Ir de pinchos por la San Juan.
- Un masaje.
- Un plato de empanadillas frías.
- Una noche entera de conversación.
- Fotos haciendo el tonto.
- Llamadas perdidas
- ...
- ...

Hay tantas cosas que compartir, tanto en lo que poder darse...

En lo cotidiano, y en lo extraordinario (porque siempre hay quien está en la distancia).

lunes, 10 de noviembre de 2008

Insurrección

Definde el diccionario de la R.A.E. a la insurrección como levantamiento, sublevación o rebelión de un pueblo, de una nación, etc.

Yo hoy me levanto contra la falta de confianza, me sublevo contra aquello que no alcanzo a comprender, me revelo contra la injusticia entre las personas, de la intolerancia contra otros grupos y del desamor. Si, del desamor de la gente que solo va a lo que va sin pensar en los demás, y que cuando piensan es para encontrar la manera de joderte (perdón por la expresión). Y en este caso no se trata de un desamor entre dos personas, no es de ese amor parejil del que yo hablo, no.

Me duele, me cuesta creer que haya cosas que sucedan y sea incapaz de cambiarlas, de hacer algo para que aquello que una vez fué tu mundo, de aquel proyecto al que fuí llamada y por el que aposté, en el que creí, y creo, ahora se desmorone sin yo poder hacer nada. Y si, ya me sé aquello de que la vida es así, que tal y que pascual...pero es que sigo sin entenderlo, sigo sin comprenderlo y lo peor es que no quiero entenderlo ni comprenderlo.

¿Qué hago? me pregunto una y mil veces. Y es que siento con urgencia que debo hacer algo tengo el por qué pero me falta el cómo.

Demasiadas ideas corretean hoy por mi cabeza, demasiado dolor fluye de mi corazón. Y me siento como la niña pequeña que llora de rabieta con un ¡no quiero, no quiero, no quiero! como lema. Y es que yo no quiero que ésto se acabe, no quiero que algo que ha estado tan vivo termine muriendo porque dos o tres personas hayan decidido acabar con ello con excusas baratas y sin sentido alguno. Y no solo por mí, sino por todos aquellos a los que afecta, yo pierdo mucho, pero al fin y al cabo me he llevado mucho también. Me duele por los y las que se lo van a perder, por los que no tendrán la oportunidad de vivir todo lo que yo he vivido durante tantos años.

Hoy me levanto contra esas caras que hablan por sí solas, contra esos falsos "hay que cuidar a los jóvenes"(¡tururú!), contra esas contestaciones que jamás quisieras oir, y me revelo porque no puedo lograr entender como alguien parece que te sienta suyo, como si te poseyera, y sea capaz de chicncharte porque tu has decidido caminar con más gente en la vida y abrirte al mundo.

Muchos de los que me conocen saben lo que me gusta esta canción (en la que he señalado las partes en las que más insisto), que en esta cotidianeidad de hoy llevo todo el día cantando, y cántandome a mi misma. En esta cotidianeidad en la que parezco que me entiendo yo sola, pero que quisiera compartir con tantos (Freira, hirmã, tú, ...)



¿Dónde estabas entonces cuándo tanto te necesité?
Nadie es mejor que nadie pero tú creíste vencer.
Si lloré ante tu puerta de nada sirvió.
Barras de bar, vertederos de amor...
Os enseñé mi trocito peor.
Retales de mi vida,
fotos a contraluz.
Me siento hoy como un halcón
herido por las flechas de la incertidumbre.

Me corto el pelo una y otra vez.
Me quiero defender.
Dame mi alma y déjame en paz.
Quiero intentar no volver a caer.
Pequeñas tretas para continuar en la brecha.
Me siento hoy como un halcón
llamado a las filas de la insurrección.


En lo cotidiano, sigo esperando.

viernes, 7 de noviembre de 2008

No me canso, no me rindo, no me doy por vencida

A pesar de tener una flor de bolsillo marchita de esperar...




Me quedo callado soy como un niño dormido,
que puede despertarse con apenas solo un ruido,
cuando menos te lo esperas, cuando menos lo imagino,
se que un día no me aguanto y voy y te miro.

Y te lo digo a los gritos,
y te ríes y me tomas por un loco atrevido,
pues no sabes cuanto tiempo de mis sueños has vivido,
ni sospechas cuando te nombré

Yo, yo no me doy por vencido,
yo quiero un mundo contigo,
juro que vale la pena esperar y esperar y esperar un suspiro,
una señal del destino,
no me canso, no me rindo,
no me doy por vencido.

Tengo una flor de bolsillo marchita de buscar una mujer que me quiera,
y reciba su perfume hasta traer la primavera
y me enseñe lo que no aprendí de la vida,
que brilla más cada día, porque estoy tan solo
a un paso de ganarme la alegría,
porque el corazón levanto una tormenta enfurecida
desde aquel momento en que te vi.

Yo, yo no me doy por vencido,
yo quiero un mundo contigo,
juro que vale la pena esperar y esperar y esperar un suspiro.
Una señal del destino, no me canso, no me rindo,
no me doy por vencido.

Este silencio esconde demasiadas palabras,
no me detengo pase lo que pase seguiré.

Yo, yo no me doy por vencido,
yo quiero un mundo contigo,
juro que vale la pena esperar y esperar y esperar un suspiro.
Una señal del destino, no me canso, no me rindo,
no me doy por vencido.

Ohh juro que vale la pena esperar y esperar y esperar un suspiro,
una señal del destino, no me canso, no me rindo,
NO ME DOY POR VENCIDO.


En lo cotidiano, te sigo esperano.
Hasta que el cuerpo aguante, oiga.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Crecer

(...)
- N. dice: ¿Qué te pasa?
- C. dice: Nada, que voy a volver a estudiar
- N. dice: ¡Enhorabuenaaaa!, pero ¿qué te ha abierto los ojos?
- C. dice: ver lo k me estoy perdiendo
- C. dice: joder tng 20 años
- C. dice:y ya kurrando en algo k n me aporta nada y me karga muxo y k va a star ay siempre
(...)


¡¡TOMA YA!!

Hacía tiempo que alguien no me contaba una decisión tan madura. Me siento feliz pequeña, muy feliz. Las cosas buenas siempre llegan y tarde o temprano el tiempo pone todo en su lugar, en el lugar que se merece.

Gracias por haberlo compartido conmigo y haber hecho de un momento cotidiano algo extraordinario. Que sumado a todo lo que recordé en el bus...me emociona enormemente.

Siempre habrá una estrella que nos tendrá unidas. Siempre habrá árboles que necesiten ser cuidados. Siempre habrá abrazos que dar.
Te quiero, pequeña

martes, 4 de noviembre de 2008

Reflexión cumpleañera

Hoy estoy de celebración, es mi cumpleaños.

Y hoy he decidido dejarme llevar, han sucedido algunas cosas (conversaciones muy interesantes, basicamente) estos últimos días en las que he notado como una pequeña advertencia a no ser tan calculadora, a de vez en cuando dejarme llevar. Y hoy me dejo llevar por mi boli, mi corazón y mi memoria.

Nací un 4 de Noviembre de 1981 a las 14:40, y por las fechas, y lo que sé, fui pensada en un momento en el que este, mi país, sufría un Golpe de Estado. Aunque yo siempre he preferido pensar que los carnavales fueron los que me han traído hasta aquí.

Mi niñez y adolescencia has transcurrido en un colegio agustiniano, carisma del que he bebido y he aprendido, del que forjé un corazón que anda inquieto como el de Agustín.

Después “salí al mundo”, un mundo muy extraño, un mundo que muchas veces me cerraba las puertas, un mundo que no comprendía…o en el que me sentía una completa incomprendida. A base de caídas, de piedras y tropiezos he ido caminando por este mundo hasta el día de hoy. Pero también de aprendizajes, de bellos momentos, de alegrías infinitas.

Entre 2005 y 2006, y con solo nueve meses de diferencia, viví dos de las pérdidas más difíciles de mi existencia, ellos me dejaron para siempre físicamente y, aunque les eche muchísimo de menos y haya momentos en los que daría todo por tenerles a mi lado, mis abuelis me siguen cuidando.

Maestra de vocación, y por devoción, aunque me falta la firma del Rey para constatarlo oficialmente. Adoro la niñez, y me apasiona la educación, la formal y la no formal. Y como Celaya , yo también creo que Educar es lo mismo que poner un motor a una barca. Y me gustaría llegar a ser como John Keating en el Club de los poetas muertos, dicho sea de paso uno de mis libros favoritos.

Soy cristiana, aunque las dudas me asalten cada dos por tres pero algo hace D. para que no me deje irme de su lado. Lo he mamado en casa, en el seno de una familia comprometida. Mi abuela me enseñó el Padrenuestro y recuerdo cada vez que mis labios lo rezan. A los once años comencé mi andadura por los grupos juveniles agustinianos, en los que más tarde “ascendí” a monitora-animadora y a través de los que conocí el apasionante, y difícil, mundo de la Evangelización. Encuentros, convivencias, Pascuas, campamentos, campos de trabajo reuniones, grupos, … han ido llenando estos años mi cotidianeidad de grandes momentos.

Hace casi tres años descubrí a una personita increíble que me invitó a formar parte de su familia, una familia más allá de la pantalla de mi ordenador, una familia que me acogió desde el principio como a una hermana más y a la que le agradezco tantas cosas que no sabría resumirlas. Una familia que es de carne y hueso, que sabe traspasar las fronteras de una red para hacerse parte de tu corazón. Una familia marianista que disfruta de la vida, acoge y se deja acoger.

De mi no tengo muchas cosas que decir. Soy bastante sencilla a la par que complicada. No soy del montón, pero tampoco soy especial. Simplemente soy Noelia, disfruto de las pequeñas cosas y me encanta vivir lo cotidiano como la oportunidad de aprender y reaprender, como la oportunidad de ser más yo, como la oportunidad que me da Dios de hacer de ser misionera en lo cotidiano (de ahí el nombre de mi blog).
Me gustan mucho las mariquitas, y aunque freaks solo hay uno (indirecta al canto) puedo asegurar que casi soy freak de ellas...

Me encanta sonreír, disfruto sonriendo y haciendo sonreír a los demás. Y sonreír no es lo mismo que reír, porque uno puedo reír y estar muy jodido por dentro, pero cuando uno sonríe se libera de tensiones y se acerca más a los demás. Sueño con que llegue un día en el que todo el mundo salga sonriendo a la calle.

En contraposición a lo anterior soy una persona no demasiado optimista y a veces me cuesta ver la botella medio llena, llegando a ponerme la máscara de feliz cuando en realidad estoy hecha una mierda por dentro, porque no me gusta que nadie se preocupe por mí, me resulta violento. Por eso muchas veces oculto mi estado de ánimo, aún cuando pagaría porque me dieran un abrazo. Por ello a veces me siento frustrada, por ser incapaz de pedir lo que necesito.

Me estoy alargando, y no quisiera. Quizá es que este blog sea, muchísimas veces, mi técnica para desahogarme, para intentar comprender yo misma que es lo que me pasa.

Como última cosita añadiré que a esta edad que tengo puedo afirmar que tengo el corazón lleno de nombres. Primero de una familia estupenda que me lleva apoyando todos estos años y compartiendo conmigo sus días. De otra familia, la que no lleva mi sangre aunque los que me conocen saben que la familia no es necesariamente la que lleva mi misma sangre. Lleno de personas a las que nunca olvidaré, de personas que viven mis días y los comparten conmigo, lleno de compañer@s de camino que han decidido ponerse a mi lado y ser muchas veces el bastón sobre el que me sostengo, lleno de personitas increíbles que saben abrazarme y sonreírme (aunque sea desde un teclado).

Hoy, 4 de Noviembre de 2008, es mi cumpleaños, si restáis el año de mi nacimiento…ya tenéis mi edad. Y hoy no es un día más, hoy la cotidianeidad se transforma es extraordinaria.

Y en este día cotidiano busco mantener mi luz encendida, por pequeña que es, por pequeña que sea.




(este video se me ocurrió para resumir un finde lleno de re-oportunidades)


A partir de hoy comienza una nueva etapa, un nuevo año en el que espero seguir disfrutando de las pequeñas cosas, de las sonrisas y de los abrazos. En la que lo cotidiano me ayude a seguir creciendo y a dar siempre lo mejor de mi misma. Quiero que mi cotidianeidad alumbre, de luz. Y necesito teneros a mi lado, para sonreiros y abrazaros, y para que me sonríais y me abracéis.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Corazón partío

Te veo, sonrío.

Me emociono mientras te acercas a mí aunque me pongo la máscara de cabreada, quiero que pienses que sigo cabreada.

Cruzamos miradas, me abrazas, me das un beso en la mejilla. Sonrío, te abrazo y te dejas abrazar. Quizá esta sea la última vez que suceda, o quizá no porque contigo nunca se sabe.

Tu ya has tomado tu decisión, y aunque me duela la respeto.

Aún queda algo que hablar, aunque volverán a sobrar las palabras.

En lo cotidiano con el corazón partío sigo pensando en esa mirada bajada...



Ya lo ves que no hay dos sin tres
(y yo, en lo cotidiano, quiero empezar a desacostumbrarme)