Cuando ya estabas muy malita recuerdo que me encantaba cogerte de las manitas y darte besos. Recuerdo que te cantaba y tu las movías como bailando. En esas arrugaditas manos se agolpaban miles de recuerdos.
Creo que tus manos me evocan muchos recuerdos.
Tus manos trabajaron en el campo, cocinaron, acariciaron, pusieron inyecciones, curaron heridas, ayudaron a nacer a muchos niños,... Tus manos rezaban.
Tus manos despidieron a mi abuelo con el mayor amor del mundo.
(las manos de mi abuela)
Gracias por tu vida, ojalá seas fuente de la que pueda seguir bebiendo.
Que tu ejemplo siempre me acompañe.
Te quiero
No hay comentarios:
Publicar un comentario