
Querido Pucela, hoy hace un año que te dejé, que me fuí de allí...aunque aún no me haya ido del todo.
Durante tres años has sido mi segunda casa. Llegué hasta ti con un único motivo: cumplir con un sueño, aunque todavía hoy siga siendo una incógnita.
Reconozco que al principio me costó acostumbrarme a ti, a tus calles, a los edificios, a la Facultad, a los atobuses. Y más aún me costó el hacerme a la gente (o la gente a mi), a sus costumbres, a su ser "castellano" tan arraigado. Y poco a poco te fuiste haciendo a mi, y yo a ti. Y nos acostumbramos la una a la otra.
Tres años dan para mucho ¿sabes? y de allí me he llevado recuerdos inolvidables; me he llevado la mochila llena de vivencias, de aprendizajes y de proyectos.
Tus gentes, esas a las que tanto me costó hacerme, se han hecho un hueco tan grande en mi corazón que a veces, muchas veces, me gustaría tenerles tan cerca que cenar en casa de mi "otra familia" siguiese siendo algo habitual, o que quedar para tomar un café en el bar de siempre consistiera unicamente en coger un ascensor, o bajar a ese mítico portal y echarme un cigarrín con tan grata compañía para reirme durante horas, o ir al cole y discutir temas varios para llegar a la conclusión de que a pesar de ser "aquellas a las que no nombramos" necesitamos seguir juntándonos allí, o acercarme a la Victoria y sonreirle a la hermana de siempre, pronunciar la r de su nombre con sonoridad, mientras se empeña en pastorearme con esa sonrisa tan dulce y esa fe tan sincera y tan refrescante. Y como no, cada noche antes de irme a dormir comprobar lo "incrrrrrreible" que me parece que cierta sor duerma con la ventana abierta cada día del año.
Porque entre tus brazos, Valladolid, he vivido tantas cosas:
Amigos para siempre.
Me he conocido más.
He afianzado relaciones. He deshechado otras.
Me he enamorado.
He llorado.
He reído hasta dolerme la barriga.
He celebrado la Eucaristía cada día durante muchos días.
He viajado en vespa.
He soñado proyectos.
He llorado pérdidas.
He sentido la soledad más profunda.
He aprendido de mis errores.
He sonreido a la Vida.
He...
He...
Son tantos "hes" que no me caben aquí, pero que tengo tan adentro que siempre formarán parte de mí.
Porque Pucela, querida, hoy, un año después, te echo de menos.
Gracias por haberlo hecho posible.
Y por supuesto, gracias a vosotros (ya sabéis quienes sois) por haber colaborado en que ahora tenga los ojos llenos de lagrimas...de alegría, de añoranza, de amistad. Ya sabéis, que a pesar de lo que nombraba mis tierra, os quiero.
¡¡OS QUIERO!!
2 comentarios:
Ojú,y yo que lio a los de Valladolid, de Logroño y de Tarrasa, que no sé quién es de donde, ups.
Guay segunda ciudad, eso tiene que molar, tres años dieron para mucho fijo...
Ventana abierta. Los del norte estáis locos.
Me parece incrrrrrrrrrrreible la noche que hace y la sor con la ventana abierta... o_O
Jajaja
Tal y como te has puesto... tendremos que cantarte "Vallisooooletanaaaaa sal a tu balcon sal a tu balcon que testoy rondandooooo, vallisoooooletanaaaaaa de mi corazon de mi corazon quemestas matando de amooor. Hooooooooy al amanecer contigo estare para despedir a la madrugadaaaaa. Hoooooooy por amor de Diooos, sal a tu blacon ¡cuidado que viene tu padre! VALLISOOOOOOOLETANAAAAAAAAAAAAAA" (8)
Besitos freira ;)
Publicar un comentario