viernes, 3 de noviembre de 2006

Las pequeñas cosas (II)



En otra ocasión comentaba las pequeñas cosas que sucedían en mi vida y que me hacían sentir la magia del día a día con más intensidad.

Bueno, pues hoy también me ha dado por ahí (a veces me da por pensar).

Porque cada día aprendo una pequeña lección.
Porque cada día me doy cuenta de los detalles que hacen que la vida tenga un toque diferente.
Porque cada día me cruzo con personas muy dispares que me ayudan a comprender, desde el bien o desde el mal, lo que sucede, y cómo sucede.

Pequeñas cosas que consiguen arrancarme una sonrisa, o una lagrimilla.
Pequeñas cosas que llevan consigo alguna de las lecciones más importantes para mi vida.
Pequeñas cosas que te presentan el lado más humano de la sociedad.

Palabras y silencios.
Sonrisas y llantos.
Compartir o guardar.
Franqueza o hipocresía.
Coherencia o irracionalidad.
Generosidad o egoísmo.

Gracias, de nuevo, a todos los que llenáis mi vida de pequeñas cosas como esos ratillos con un buen plato de aceitunillas acompañadas de un mostito, o un cigarrín a deshora en un portal para el recuerdo...;)
Buenas noches,

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca te iras a la cama sin saber una cosa mas, sin saber que a veces es mejor callar que alborotar, yo la verdad es que aprovecho el dia de hoy para saber que las verdaderas lecciones de la vida no estan en los libros, y que debemos de apoyarnos en las pequeñas cosas de la vida para con un respiro hondo seguir adelante...
Paciencia Noe, Paciencia,....Un beso

Noe dijo...

Jajaja, Miss I love olives, gracias por el comentario. Otra lección: no alborotar...cerca de mi cuarto de siglo no está demás irse a la cama con estos aprendizajes.
Cojamos aire bien hondo, que no falte...Y apoyémonos en el verdadero sentido de todo esto, al fin y al cabo "al atardecer de la vida nos examinarán del amor".
A la cama no te irás sin saber una cosa más.
Un beso, casto.