
Hora del comedor. Llega despistado, como todos los días. Se sienta, le sirven la comida y empieza a darle vueltas. Hoy hay garbanzos de primero, pavo de segundo y yogur de postre. Como siempre, acaba mal y tarde de comer, mañana será otro día.
Y mañana llega, y pasado, y el siguiente. Como todos los días la comida de hoy tampoco le gusta. Le da vueltas con la cuchara, y mira al infinito. Y su "profe" de mesa, Nacho*, decide que hoy va a comer con los pequeños. Y allí come, igual de mal que siempre, pero acaba comiendo como todos los días.
Antes de ir a buscarles a sus clases, Nacho comparte con "la seño"** de los peques que ve a Javi raro, que no sabe qué le pasa y que le tiene preocupado, pero que como los mayores son tantos y comen tan sumamente mal no puede pararse a estar solo con él, así que entre ambos deciden que hoy vuelve a comer con los pequeños, que comen mejor. Así ella** podrá observar más a Javi.
Hoy llega más despistado de lo habitual, raro en él. Pero su mirada al infinito se traduce en una mirada dispersa, distante. De primero hay menestra...¡mal empezamos!. Ella observa que Javi* está "mareando" la comida, se le acerca y le pregunta por qué no se la come, su respuesta es rápida: -no lo sé. Ella esperaba un "no me gusta", " qué asco"...pero no, Javi no sabe por qué no se la come. Así que ella le pregunta que qué come en su casa, intenta saber cuáles suelen ser sus comidas preferidas. Come pure de calabaza, san jacobos, chuches, bollería, ... Vive con mamá y con la abuela, papá vive en otra casa porque papá y mamá ya no se quieren, le explica. En seguida se asoman un par de lagrimitas. -Papá y mamá reñían mucho en casa, por eso mamá y yo nos fuimos a casa de la abuela. A mi me gustaba más cuando vivíamos en la otra casa. (Le cuenta más cosas, duras)
Ella está aguantando el tipo, el nudo en la garganta a penas la deja hablar. En seguida se percata de la situación de Javi. Él, entre lágrimas, sigue comiendo. Ella le da un achuchón, y le deja comer.
Javi termina de comer y se va al cine del cole. Ella no puede dejar de darle vueltas. "Javi el despistado", "el lento de Javi", "Javi el de cuarto "B", tiene tristeza. No es vago, ni tiene sueño, ni es un despistado...está profundamente triste. Ella se queda "tocada" y lo comparte con Nacho. Están preocupados y deciden hablar con la tutora. Nacho tiene que irse pronto porque tiene entrenamiento así que a la hora de volver a clase ella se acerca a la tutora y con su nudo en la garganta le comenta la situación vivida a la hora de comer. La tutora le agradece la preocupación por la situación y la confianza con la que se lo cuenta. Se reconocen preocupadas, la tutora viene observándole desde hace tiempo. -Ha perdido la seguridad en sí mismo, no se valora, se "duerme en las musarañas", no colabora en el aula, no se socializa con el resto; son algunas de las muchas observaciones que la tutora comparte con la "seño" del comedor; y se proponen ayudarle, como sea. Los padres de Javi, al parecer, pasan bastante de su hijo, hoy por hoy lo único que les preocupa es el dinero, el qué se llevará cada uno. Cierto es que a Javi no le falta la ropa limpia, ni el dinero en el bolsillo para a la salida del cole comprarse chuches, pero le falta lo más importante: el cariño, el afecto de sus padres, la preocupación por su educación.
¿Hay algo en este mundo más duro que ver a un niño triste? para mi no. Cualquiera que sea esta tristeza.
Y ésto, que llena la cotidianeidad de mis días, me preocupa y me cuestiona ¿qué estamos haciendo mal?.
Y en lo cotidiano solo me queda confiar, cuidarle como pueda y abrazarle, lo demás se me escapa de las manos.
*Javi y Nacho son no son sus nombres, prefiero preservar su intimidad.
**"La seño de los peques", "ella"...soy yo.
7 comentarios:
Esa historia es más habitual de lo que pensamos, Javis* tristes con máscaras de "lentos,despistados..."
Gracias por compartir tu dolor Noe, por preocuparos por la situación, por ayudarlo.
Un abrazo, desde la lucha cotidiana por un mundo lleno de amor.
TeSs
Javi tiene suerte de que tú estés ahí.
Gracias profe
Qué pena más grande...
Gracias por hacernos partícipes de lo que vives.
Un abrazo grande...y recuerdos de Nixon
Yo soy una Javi triste de 24 anios ya... Si los padres supieran lo dificil que es para un hijo superar una separacion, tratarian de elegir mucho mejor a las personas con quienes tenerlos. Gracias por ayudarlo!
Gracias profe. También fui un niño triste. Ahora tengo 26 años. Gracias a ángeles de la guarda como tú las grandes heridas se fueron curando, con muchas pequeñas tiritas. Hoy creo en la esperanza. Un abrazo grande
Gonzalo
Gracias por compartir esta bella pero triste historia, la verdad esq yo tengo la gran suerte de no ser ese Javi* pero, aún así, tengo muchos Javis* amigos míos...
Sólo deseo que puedan volver a ser felices de nuevo
Me ha encantado, és real o un cuento?
si és real... no tengo palabras, lo fuerte és que hay demasiados niños i no tan niños que viven así.
i si és un cuento. triste. LA fot me ha impactado, por eso lo leí.
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