
¿Por qué tanta norma sin sentido?, a veces me avergüenzo de pertenecer a una familia en la que se imponen normas casi hasta para ir al lavabo, y me revelo contra ello. Demasiada asepsia, creo yo.
¿Dónde hemos dejado el amor?, ¿el respeto a la vida?, ¿el derecho a errar?, ¿el perdón?, ¿la caridad?...
Sin embargo Aquel al que tacharon de loco entró en casa de un publicano, se sentó a la mesa y compartieron vida. Resulta que Aquel loco siempre andaba rodeándose de personas que lo comprometían, y cuando alguno le advertía de su "error" Él mismo se explicaba diciendo que “no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.
Y es que el escándalo ya empezó hace muchos siglos, y aún sigue.
Yo misma siempre me excuso ante la falta de compromiso con los demás, conmigo misma. Pero sin embargo, cuando peor lo estoy haciendo coge Él y me agarra, y me pone en el camino a personitas que, llenas de misericordia, deciden tenderme una mano, o dos. Personas que me acompañan en la travesía, a veces siendo bastón y otras dejando que me caiga.
Personas, que en lo más cotidiano, son símbolo de misericordia.